...non mires cara atrás.

Contra a violencia de xénero

Esta noche...

“Esta noche, me encaramaré a la luna, me instalaré en su cruasán como si estuviera en una hamaca y no tendré ninguna necesidad de dormir para soñar”

La mecánica del corazón

Mathias Mazieu

50% cotón.

Para que quede bien planchada lo primero que tienes que hacer es mirar cómo está el depósito de agua. El vapor nos va ayudar a que no quede ninguna arruga. Luego empezaremos planchando el cuello que es la parte más delicada junto a las mangas. ¿Así está bien? No, no. Déjame que yo te enseño como hacerlo. No me importa que tengas prisa, lo que no puedes es presentarte a tu primera entrevista de trabajo con la camisa arrugada, causarías muy mala impresión y muchas veces eso es con lo que se quedan. Toma; ya está. Muchas gracias papá. 

Bernat Andreu Caba

Decepcionarte

Los alumnos, emocionados, reciben sus bandas de graduación y sus correspondientes empujoncitos en la espalda. Tras superar los estudios, sonríen ante las cámaras móviles y los deseos de buen porvenir. No así el artista quien, incapaz de memorizar conceptos inútiles, se pregunta por qué le regaló la vida tamaña desgracia.

Loli Regs

Orgullo y perjuicio

Merce Marcos

Mi padre, albañil de profesión, se dedicaba a la reforma integral de interiores. Llegaba cansado, apenas hablaba y poseía un reservado sentido del amor. Aún recuerdo su olor, amalgama de cemento y tabaco negro, y esa innata tozudez que le impidió culminar su obra más importante: reformarse a sí mismo.

Loli Regs

Ingratos

Sólo el cocinero lloró la muerte de aquella cebolla. Uno de los comensales encontró una espina de pescado entre las láminas de hojaldre y cebolla confitada, se atragantó y murió en el acto.

Dos muertes en un día. La autopsia dictaminó que la causa de la muerte fue una lágrima de cocinero cristalizada. Ahora el cocinero trabaja en un McDonald's. Dice que es el único sitio donde la cebolla ya viene muerta...

Anónimo

¡Ya es vierneeeessss!

-Si conocieras el tiempo tan bien como yo, 

no hablarías de perderlo. 

(Sombrerero loco)