lunes, 7 de mayo de 2018

Ingratos

Sólo el cocinero lloró la muerte de aquella cebolla. Uno de los comensales encontró una espina de pescado entre las láminas de hojaldre y cebolla confitada, se atragantó y murió en el acto.
Dos muertes en un día. La autopsia dictaminó que la causa de la muerte fue una lágrima de cocinero cristalizada. Ahora el cocinero trabaja en un McDonald's. Dice que es el único sitio donde la cebolla ya viene muerta...
Anónimo


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