-Para tener labios atrayentes, diga palabras dulces.
-Para tener ojos bellos procure mirar el lado bueno de las personas .
-Para tener un cuerpo erguido, divida su comida con los hambrientos.
-Para tener cabellos bonitos, deje que un niño pase sus dedos por ellos por lo menos una vez al día.

-Las personas, mucho más que las cosas, deben ser restauradas, revividas, rescatadas y redimidas, jamás arroje a alguien fuera.
-Acuérdese que si alguna vez necesita una mano amiga, usted la encontrará al final de su brazo, al volvernos más viejos descubrimos por qué tenemos dos manos, una para ayudarnos a nosotros mismos y la otra para ayudar al prójimo.
-La belleza de una mujer no está en la expresión facial, pero la verdadera belleza de una mujer está reflejada en su alma. Está en el cariño que ella amorosamente da, en la pasión que ella demuestra.
-La belleza de una mujer crece con el pasar de los años.
Audrey dedicó los últimos años de su vida a promover el bienestar de la niñez a través de Unicef. En 1998 fue nombrada Embajadora de buena voluntad. Prácticamente hasta el último día de su vida luchó por llevar esperanza a los niños más necesitados.
En el año 2002, Unicef erigió en su honor la escultura: "El espíritu de Audrey".
Os deseamos un maravilloso fin de semana, el lunes nos vemos de nuevo en nuestro faiado, no faltéis. Que disfrutéis de la tarde y ¡feliz vuelo, anduriñ@s!.
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