lunes, 15 de febrero de 2016

Un gesto de afecto

Con esta introducción empieza un pequeño libro joya que nos han regalado:
"Un corazón lleno de estrellas" de Francesc Miralles y Alex Rovira.

Un día que nuestra hija había tenido una crisis cardíaca tres días después de nacer, un médico entró en la sala y se acercó a un bebé, quizá el más delicado de todos los que había allí. Recuerdo que era un niño prematuro, muy pequeñito, extraordinariamente frágil.
Estaba dentro de una incubadora e infinidad de catéteres y cables llegaban y partían de su cuerpo. El médico siguió todo su protocolo de supervisión de las máquinas que lo asistían para asegurarse de que todo iba bien.
Cuando acabó, se arremangó y se sentó en una silla al lado de la incubadora. Introdujo los brazos con suma delicadeza y comenzó a acariciar la sien del bebé mientras entonaba una nana, una canción de cuna con suma ternura...
Pocas veces he creído tanto en el ser humano como entonces.
Ese gesto de afecto ante la vida que lucha por salir adelante. Esa canción tierna cantada por un hombre mayor.
Aquel médico de gran prestigio con el pelo cano que se olvidó de su rol de doctor para ser profundamente humano y dar amor. Todo eso era la mejor medicina para aquel pequeño ser...

No hay comentarios:

Publicar un comentario